María es una mujer llena de vida, que ha encontrado su femineidad y la sabe explotar al máximo, pero sobretodo que se siente libre de estereotipos y feliz de poder hacer lo que se le dé la gana. “Debo decir lo que pienso, no puedo ser una falsa, hipócrita, sería tan ridículo, me sentiría fatal por la noche”.
Así es que, invocando imágenes perversas y seductoras, llega su cuarto trabajo llamado Dirty Bailarina, en el cual nos confiesa que fue un gran trabajo lleno de desnudez, conciencia y una pizca de felicidad; todo esto sin que tuviera miedo a ensuciarse.
Y, para que no digan que la Mala Rodríguez ha dejado de ser explosiva y contraestataria, el consejo que les da a todo es que hay que “hacer terrorismo del bueno, del que mole. Que no asuste a la gente, ese terrorismo financiado por cabrones no me gusta, hay que hacer un terrorismo más ecológico. Por ejemplo, de repente cambiar toda las bombillas a las de bajo consumo o un sitio que está bien feo y lo pongan lindo, ese tipo de cosas. Tendría que cambiarse el significado de las palabras, ya está bien de tanto miedo, odio el miedo. No me gusta”.
Quisiera que nos hablaras en términos generales del Dirty Bailarina…
A nivel musical, es una proyección de mí en un tiempo alternativo. Hay muchas reflexiones, mucha desnudez; además de que nunca antes había cantado, siempre había rappeado y esta vez he hecho mi propio Soul o Jazz, como lo quieran llamar.
Por otro lado, he contado con unos productores que me han escuchado, que han sabido acercar la música a mi letra, no de manera contraria y estoy muy feliz porque cada pieza que hay en el disco refleja lo que quería mostrar de mí.
En el disco hay momentos en donde celebro con todo el mundo, como en “Yo No Mato el Tiempo” y otros en donde pido reflexión o conciencia. “Patito Feo” es una oda al perdón, a la paciencia.
¿Cómo fue el proceso de grabación de Dirty Bailarina?
Es un trabajo muy profundo, no es solamente ir a grabar, había muchos ratos que yo tenía las canciones dentro de mí y yo me iba al estudio, sin leer; simplemente me ponía los cuadritos de los muertos que a mí me gusta tener cerca, me ponía mis olores y grababa. Me he sentido muy libre y tranquila a la hora de crear y producir en el estudio y estoy muy contenta.
Se menciona que tu disco es resultado de expresar tu arte sin miedo a ensuciarte, ¿a qué te refieres?
Sin ensuciarme quiere decir sin censurarme, porque creo que hay mucha autocensura. Aparte de la censura que hay que cada nación hay una autocensura y me parece que yo aquí no me censuré, me acepté y voy para adelante. Además, trato de ser fiel a mis principios y voy a por eso, lo que me parece bueno lo hago. Cuando hay algo que es feo, que me da mala espina, soy muy intuitiva e impulsiva.
Demostrar este disco tan profundo e íntimo, me llena de ilusión porque no hay nada como ser tú mismo y como ser feliz en tu propia piel y compartirte, es lo mejor.
¿Cuál sería el reto más grande al cual te has enfrentado?
Siempre hay retos en lo que hago, me gustan los retos. Hace un par de años hice una gira con una Big Band y eso supuso para mí un reto porque nunca había tocado con músicos. Eso me sirvió para aprender a escuchar, a afinar, a muchas cosas y eso me hizo dar un paso más en mi carrera. Creo que todo lo que hacemos nos ayuda a acercarnos un poco más a nosotros mismos, si sabemos verlo.
Cómo mujer me gustaría conocer tu opinión acerca de las barreras que has tenido que traspasar en este medio, considerado exclusivamente para hombres.
Yo lo he pasado muy bien, desde chica haciendo este género. La gente con la que he crecido nunca me ha tratado con la punta del pie, al revés. Pero sí es cierto que era más machorra, me vestía muy diferente. Con el tiempo he descubierto mi femineidad; otros han dicho ‘si María tiene tetas’. Es genial, el género en que me encuentro porque puedo dar mi visión como mujer.
Lamentablemente, si eres una rapera en el género urbano, la gente piensa que tienes que ser una zorra, porque parece que no hay términos medios; hay muchas mujeres que hacen cosas muy interesantes y no están en el género urbano, están haciendo soul, electro, muchas cosas distintas y yo estoy en ese mundo.
En particular, odio la competitividad entre mujeres, no me parece que sea bueno que estemos separadas, me parece que necesitamos unirnos, admirarnos más, en vez de envidiarnos. Estoy por la labor de estar cerca de mis mujeres que bastante han sufrido ya y no me gusta esa manera de compartir en forma de competencia entre mujeres a ver quién es más dicha.
¿En qué te inspiras para escribir tus canciones?
Sobre todo en mí, porque creo que nos tenemos que mirar hacia adentro cuando queremos expresar algo. Este trabajo tiene eso, que la mirada es hacia adentro en vez de hacia afuera y el mirar hacia dentro te acerca a los demás. Siempre, lo que encontrarás en mi música es vivencias mías. Me cuesta mucho trabajo escribir sobre algo que no siento o que no puedo llegar a comprender. Me parece que lo bonito es que existen muchas mujeres que se sienten identificadas conmigo, pero no me pongo a buscar casos en el periódico para poder escribir una canción.
¿Cuál ha sido la evolución que has tenido musicalmente con este disco?
He tenido una evolución en mi persona y en mi música. Donde había gritos de rabia ahora hay regresión y hay más armonía. No es que cambie una cosa por otra, más bien que todo soy yo; pero me acepto y voy aumentando conforme pasa el tiempo, como un vino que va haciendo más rico.
Al principio eras una persona más arrebatada, ¿A qué se debe este cambio de ver la vida?
Tengo una tranquilidad, el sentir la fuerza de la Tierra sobre mí, sobre todo mi cuerpo, es como que me asenté. Me dijeron que yo estaba mucho mejor desde que había parido. Posiblemente puede que sea eso, seguro. Muchas mujeres dicen que no recuerdan nada de lo anterior desde que nació su primer hijo. Eso lo siento, pero nunca lo podré entender, porque es una cosa tan alucinante el gestar un bebé y parir, es algo asombroso.
¿Cuándo vendrá la Mala Rodríguez a nuestro país a hacer presentaciones?
Eso hay que ponerle una carta de queja a mi manager, para que me traiga a México porque no me quiere traer. Imagino que lo que quieren es presentarme al público, que la gente me conozca mejor y no venir aquí a dar un patinazo, hacer las cosas bien y cuando venga poder venir con mis músicos, porque ahora vengo con músicos. Hay que crear ambiente para que cuando vengamos pase algo bastante bonito.
Mirando un poco al futuro, ¿hacia dónde va la Mala Rodríguez?
Musicalmente hablando, a desarrollar mi creatividad, a encontrar nuevos registros en mi voz, experimentar qué puedo hacer. Hace poco hice una colaboración con Kinky y la gente me preguntaba que qué había hecho ahí, a mi me pareció chulo lo que había hecho.
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